Fumar está asociado con la producción de 35 enfermedades (Doll et al., 2004) y es la primera causa evitable de mortalidad y morbilidad (WHO, 2009; USDHHS, 2014). Fumar es responsable de la producción de 5.000.000 de muertes anuales en el mundo, cifra que podría duplicarse en el año 2030 (WHO, 2009). En España, la mortalidad atribuible al consumo de tabaco es muy elevada, de 58.573 muertes anuales (45.028 varones, 13.545 mujeres), un 16.15% de todos los fallecimientos (Hernández-García, Sáenz-González y González-Celador, 2010). Las patologías que más se relacionan con la mortalidad en fumadores son la EPOC, junto con el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares. En el año 2012 las muertes por cáncer de pulmón en España fueron en total 20.327 (17.605 V y 2.722 M). Pero además, fumar complica el tratamiento de la diabetes, influye en el sistema inmunitario y en la inflamación sistémica e incide en distintos problemas reproductivos. Con respecto a esto último, recientemente han cobrado un notable interés las enfermedades reproductivas que produce fumar y las consecuencias que tiene en los recién nacidos. El consumo de tabaco durante el embarazo produce efectos perjudiciales en el feto, como retardo intrauterino, ruptura prematura de las membranas, placenta previa, abortos espontáneos, períodos de gestación cortos, bajo peso al nacer, incremento en la mortalidad infantil por síndrome de muerte infantil súbita y por síndrome de distrés respiratorio y retardo en el desarrollo psicológico, emocional y físico del niño (Nerín y Jané, 2007; U.S.D.H.H.S., 2014).

El tabaco explica hoy el 27% de todas las muertes en varones y un 6% de las muertes de mujeres en Europa (Martín- Moreno, Soerjomataram y Magnusson, 2008).

 

Para saber más…TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA ADICCIÓN AL TABA